Archivo mensual noviembre 2017

Porfluciamartinez

Curando una herida ¿alcohol o agua oxigenada?

A menudo nos llegan clientes a la farmacia pidiéndonos productos indispensables en el botiquín como alcohol, agua oxigenada y algodón.

Normalmente cuando alguien se hace un corte o herida en casa, la gente tiende a usar alcohol o agua oxigenada para curarlos. Aunque sea costumbre el uso con la máxima de nuestra abuela de «Si escuece es que cura»», no son aconsejables para la limpiezas de las heridas. Para la limpieza de heridas, sobre todo heridas abiertas se recomienda el uso de suero o lavar con agua y jabón el foco de la herida.

El alcohol y el agua oxigenada son buenos desinfectantes. Son capaces de eliminar un gran porcentaje de microorganismos (bacterias, virus, hongos…) sobre superficies, piel intacta , utensilios u objetos y tienen una eficacia considerable. Poniendo como ejemplo el uso del alcohol en centros de salud y hospitales, limpiando de la piel intacta antes de inyecciones o análisis de sangre.

Aunque estos indispensables son buenos desinfectantes no son buenos antisépticos. No son muy eficaces en la eliminación de gérmenes en tejidos, especialmente en heridas y mucosas debido a que la reacción química por la que actuan es desactivada en gran medida al contacto con tejidos vivos. Lo que hace que desinfecten en superficie pero muy poco en profundidad. Y no sólo eso, son muy poco específicos. Además no diferencian entre gérmenes y células de los tejidos de la herida, agrediendo a ambos por igual. Por eso precisamente escuecen, porque está irritando también a nuestros propios tejidos.

Precisamente por las razones comentadas, los médicos y enfermeras no los utilizan para la limpieza de heridas. La mejor actuación ante una herida es, lo primero de todo, la limpieza de ésta con agua abundante y jabón, eliminando las partículas.Entre los más antisépticos más utilizados se encuentra la povidona yodada, más conocida como Betadine y la clorhexidina.

Según en la zona en la que esté la herida y la gravedad se aconseja o no taparla con una gasa o tirita. Si está en una zona en la que es fácil que pueda contaminarse (por ejemplo, en la palma de la mano) se recomienda que se cubra. Aunque esto tiene por contra que la cicatrización será algo más lenta.

Así que tomad nota sobre cómo debes actuar ante una herida o corte:

– Limpia y desinfecta tus manos e instrumental

– Lavar con abundante agua y jabón el foco de la herida. (Si disponeis de suero fisilógico mejor)

– Limpiar la herida la zona con gasas, lo más asépticos posibles, arrastrando desde el centro hacia los bordes y desechando el material ya utilizado. (Recordad no usar nunca algodón)

– Aplicar apósito y sujétarlo con venda, cinta adeshiva o esparadrapo, cinta adhesiva o venda.

Si considerais que la herida o corte fuera muy profundo y tuviera hemorragia, lo primero es taponar y comprimir la herida con una gasa o trapo limpio para cortar la hemorragia.

Según en la zona en la que esté la herida se aconseja o no taparla con una gasa o tirita. Si está en una zona en la que es fácil que pueda contaminarse (por ejemplo, en la palma de la mano) se recomienda que se cubra. Aunque esto tiene por contra que la cicatrización será algo más lenta.

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Diabetes y pie diabético

Diabetes

Diabetes es una enfermedad en la que los niveles de azúcar (o glucosa) en la sangre están muy altos. A la glucosa que circula por la sangre se le llama glucemia.

La glucosa proviene de los alimentos que consume. La insulina es una hormona que ayuda a que la glucosa entre a las células para suministrarles energía. En la diabetes tipo 1, el cuerpo no produce insulina. En la diabetes más común, la tipo 2, el cuerpo no produce o usa la insulina de manera adecuada. Sin suficiente insulina, la glucosa permanece en la sangre.

Con la edad, el exceso de glucosa en sangre puede causar serios problemas. Dañar la vista, los riñones y los nervios. La diabetes también puede causar enfermedades cardíacas, derrames cerebrales y la necesidad de amputar un miembro . Las mujeres embarazadas también pueden desarrollar diabetes, llamada diabetes gestacional.

Se puede comprobar si uno tiene diabetes con un análisis de sangre. Practicar ejercicio, controlar el peso y un plan de comidas y dieta adecuados puede ayudar a controlar la diabetes. También debe controlar el nivel de glucosa en sangre y, si tiene receta médica, tomar medicamentos.

Pie diabético

Una lesión muy característica de las personas con diabetes  es el pie diabético, que es el resultado de las alteraciones en la sensibilidad (neuropatía periférica) y en el riego de las arterias (artropatía periférica). El riesgo de padecer esta lesión aumenta conforme avanza la diabetes, llegando a presentar una incidencia de amputaciones por este motivo en torno a 4 por 1.000 pacientes y año. Se estima que el 15% de los diabéticos presentarán en algún momento de su vida lesiones compatibles con un pie diabético.

Los factores más importantes para su desarrollo son el mal control de la diabetes, la neuropatía, las deformidades del pie (artropatía de Charcot), la arteriopatía y el tabaco. El 80% de los pacientes con pie diabético presentan alteración de la sensibilidad, y estos son los más proclives a desarrollar úlceras.

Dichas alteraciones facilitan que un mínimo traumatismo o herida provoque úlceras o heridas de difícil cicatrización, y que originan infecciones graves, dolores y, en situaciones avanzadas, incluso amputaciones.

Señales de pie diabético

Las primeras señales que deben alertarnosde que tenemos un pie diabético son rojeces de algunas zonas del pie, aumento de la temperatura del pié, durezas o zonas callosas que no mejoran y se acaban ulcerando. Estas úlceras pueden llegar a derivar en úlceras más profundas y alcanzar el hueso provocando una osteomielitis, y finalmente en situaciones muy avanzadas una gangrena del pie. Con un buen seguimiento y control son lesiones evitables.

 

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Consejos para mejorar la piel que sufre psoriasis

La Psoriasis es una enfermedad que afecta en especial a la piel, con enrojecimientos y provocando una gran descamación en ciertas zonas, además de picor y heridas derivadas del rascado.

Asimismo, puede afectar a las articulaciones y causar inflamación y dolor.

«Entre el 2 y 3 % de la población mundial sufre de esta afección y, en España, se calcula que son cerca de 1.000.000 quienes la padecen», explica Mónica García Bodini, bioquímica y fundadora de Green Frog. Además, según datos publicados recientemente por la Academia Española de Dermatología y Venereología, un tercio de los casos de psoriasis se inicia antes de cumplir los 20 años.

«El otoño es una época especialmente sensible para los que padecen psoriasis. Con la llegada del frío y la sequedad del ambiente, es frecuente que aumenten los brotes, así que es esencial seguir las recomendaciones de los especialistas, sobre todo en estos meses del año», añade la experta.

Aunque la OMS declaró en 2014 la psoriasis como «enfermedad crónica para la que no hay cura», son muchos los remedios naturales que pueden ayudar a paliar y reducir sus síntomas. A continuación presentamos cinco consejos para no la enfermedad no afecte más en otoño:

– Cambiar la dieta. La ingesta de determinados alimentos puede ayudar a reducir las molestias. Cocinar con aceite de oliva, tomar entre dos y tres piezas de fruta al día, consumir un par de puñados de frutos secos crudos diariamente o disminuir la cantidad de carne y lácteos son solo algunas de las pautas a seguir. «Tomar un vaso con 50 ml de jugo de aloe vera fresco antes de cada comida también ayuda a regular de forma moderada y progresiva la capacidad de reacción del sistema de defensas», explican.

– Darse baños de agua salada. Tomar baños de agua salada a diario o semanalmente ayuda a regenerar la piel. Es recomendable evitar los geles de baño y champús que contengan componentes ácidos y agresivos para la piel.

– Utilizar cremas naturales. La aplicación de preparados hechos con componentes naturales es muy efectiva contra los síntomas de la psoriasis. Las cremas Vera Green, por ejemplo, se elaboran a base de aloe vera 100% BIO e incluyen otros componentes como la cera virgen de abeja, el llantén mayor o la centella asiática, entre otros. La mezcla de estos elementos naturales, que tienen propiedades antiinflamatorias, antisépticas, hidratantes o reepitalizantes, entre muchas otras, hacen de estas cremas un aliado perfecto, aplicándolas entre dos y tres veces al día.

– Vestir con ropa amplia y con materiales orgánicos. Al estar más en contacto con la piel, la ropa ajustada puede aumentar las rozaduras. Lo mismo ocurre con las prendas teñidas, que son más rígidas. Se aconseja vestir con ropa holgada y transpirable, siendo las fibras naturales como el algodón o el lino las más adecuadas.

– Tomar el sol. Las exposiciones prolongadas al sol como la sequedad provocada por el frío pueden agravar los síntomas de la psoriasis. Por el contrario, una exposición moderada es totalmente beneficiosa. Lo ideal es tomar el sol, sin protección, durante unos pocos minutos, e ir alargando el tiempo de manera gradual hasta los 15 minutos diarios, siempre en las horas de sol menos intensas.